PALABRA y CORAZÓN A CONTRAMANO
En dos ruedas, yo;
las flechas se me venían encima.
Se encontró conmigo un varón,
cabeza rapada, de negro.
Sale en bicicleta vuelve de la plaza
montando una cerveza,
antes de irse a dormir.
La esquina más oscura cruzó
la hora menos pensada.
Recibí dos golpes:
mi manubrio al pecho izquierdo;
del suyo, a la sien derecha.
Después, fue esta historia.
MARIA CRISTINA
No hay comentarios:
Publicar un comentario